martes, 13 de mayo de 2008

El teatro renacentista español





El teatro español inicia el camino que desembocará en la obra del prolífico Lope de Vega. La notable evolución que experimenta el teatro español durante la primera mitad del siglo XVI parte de las bases sentadas en la centuria anterior por Juan del Enzina y encuentra a sus máximos artífices en Torres Naharro y Gil Vicente. Las obras de estos autores tienen en común el mérito de ampliar y complicar la acción y de haber diversificado los temas, los recursos y las formas expresivas, poniendo fin así al anquilosamiento que había venido caracterizando al drama español desde su nacimiento en el siglo XII.
Las más importantes tendencias de la escena española durante el reinado de Felipe II son la novelesca y popular de Lope de Rueda, y la nacional de Juan de la Cueva, que preparan el camino al gran teatro del siglo XVII.
Partiendo de la lectura de viejas crónicas y romances, Juan de la Cueva (1550-1609) fue el primer autor que introdujo en la escena española temas de la tradición épica medieval. Con sus personajes extraídos de la temática histórica nacional, su trama trágico-cómica, su ruptura de la unidad del tiempo, sus cuatro jornadas y su empleo de muy diversas estrofas que dan fuerza y agilidad a la acción, la tragedia de los siete Infantes de Lara y la comedia de la libertad de España por Bernardo del Carpio son ejemplos ilustrativos de este nuevo teatro.

En la 1ª mitad del s.XVI, tenemos dos tipos de teatro:

El Teatro Religioso: El teatro de principios del siglo XVI continúa el de los maestros anteriores, que aún desarrollan su obra. Imita escenas pastoriles sobre el Nacimiento o la Pasión de Cristo, la adoración de los Reyes Magos, etc., y cultiva el dialecto sayagués. La aportación de los dramaturgos del primer Renacimiento al teatro humanístico consiste en traducciones y adaptaciones de tragedias y comedias de autores grecolatinos, destinadas a la lectura de un público minoritario. Como teatro culto, su impacto social fue muy reducido.

El Teatro Prófano: Toma básicamente como modelos la comedia latina de Plauto y Terencio y el teatro italiano de la época (Boccaccio).

En la segunda mitad del siglo XVI los autores buscando una expresión dramática más acorde con los intereses de los nuevos tiempos incorporan a sus obras temas que se retomarían luego en el teatro barroco. Las obras dramáticas tratan ahora asuntos históricos y novelescos, mostrando personajes, situaciones y desenlaces dramáticos sorprendentes. Con la intención de atraer a un público más amplio lo llevan a la calle, siguiendo el ejemplo de las compañías italianas de la comedia dell'arte. Sigue habiendo teatro religioso. Códice de autos viejos. Obras de Timoneda. Obras de jesuítas (en latín y castellano), teatro prófano y su máximo exponente Lope de Rueda y surgen los trágicos de fin de siglo: Juan de la Cueva, Cervantes.


Enciclopedia Saavedra.




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